En sólo cinco minutos puedes lograr que tu piel se vea más suave, tersa, luminosa, sin trucos y sin gastar dinero
Si tu piel está reseca, opaca o tiene arrugas finas puedes transformarla en una piel radiante, luminosa y de textura uniforme.
Si la piel está demasiado grasa y presenta ese antiestético brillo ocasionado por un exceso de actividad de las glándulas sebáceas, también puede
convertirse en una piel limpia y hermosa.
Sea cual sea tu tipo de piel sólo necesitas dedicarle cinco minutos de tu tiempo para conseguir que se vea más bella.
¿Cómo mejorar el aspecto de la piel en tan solo cinco minutos?
No hay trucos ni secretos, se trata de realizar una exfoliación casera para remover las células viejas que quedan depositadas en la superficie de la piel, así como eliminar las impurezas y suciedad (polvo, humo, contaminación ambiental) que se acumulan en los poros.
Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre las ventajas de exfoliar la piel, pero como hace tiempo que no tocamos este tema vamos a dejar nuevamente una receta casera que dejará la piel maravillosamente suave.
Lo único que se necesita es una cucharada grande de miel de abejas (no miel de caña), una cucharada bien colmada de azúcar y unas gotas de jugo de limón.
Colocar en un recipiente la miel, agregar el azúcar, mezclar bien y colocar unas gotas de jugo de limón. El objetivo es formar una especie de pasta de consistencia áspera.
Si se necesita preparar más cantidad se pueden duplicar los ingredientes, o sea, utilizar dos cucharadas de miel y dos de azúcar.
Una vez que preparamos el exfoliante lo esparcimos por todo el rostro (excepto los párpados y los labios) y comenzamos a realizar un suave masaje con la yema de los dedos.
Dedicar unos segundos más a las áreas donde haya arrugas finas o las zonas que acumulan más grasitud como a los lados de la naríz, el mentón y la frente.
Finalmente se quita el exceso con esponja húmeda o toallita y se lava la cara con abundante agua fría.
Copyright © Paraellas.net
Deja una respuesta