Las miradas expresan mucho más que palabras y observando la forma de mirar puedes descubrir lo que las personas pretenden ocultar
La mirada forma parte del lenguaje corporal, éste consiste en expresiones del cuerpo que demuestran mucho más de lo que se dice con palabras.
Los psiquiatras y psicólogos estudian el lenguaje corporal debido a que es necesario para el desempeño de su profesión, pero el común de las personas no están demasiado al tanto de que existe la posibilidad de interpretar lo que realmente siente o piensa una persona, sólo con observar sus ojos, gestos, posturas y el tono de voz.
LENGUAJE DE LA MIRADA Y DE LOS OJOS
Los ojos son el espejo del alma, eso dice la vieja frase y se refiere a que los ojos expresan lo que se siente, en cambio la boca dice lo que conviene.
Para aprender a estudiar el lenguaje corporal lo primero que debes saber es como leer en los ojos de los demás para descubrir que es lo que verdaderamente expresan.
– Por ejemplo las pupilas dilatadas están demostrando atracción o interés.
No se puede dilatar las pupilas a voluntad, por lo tanto cuando alguien te mira y sus pupilas se dilatan es señal de agrado, en cambio las pupilas demasiado contraídas indican desagrado.
– Las personas que no miran a su interlocutor cuando éste les habla no causan buena impresión y pueden estar escondiendo algo o demostrando desinterés. Excepto en caso de quienes son muy tímidos, ya que esta es una actitud de inseguridad en ellos.
– El tiempo que se mantiene la mirada en los ojos de otro también quiere decir muchas cosas. Puede ser un intento de seducción, en ese caso la mirada será profunda con pupilas dilatadas.
Pero también puede ser una mirada agresiva, en ese caso estará fija, tal como sucede durante una discusión, porque las personas se miran a los ojos mientras expresan su ira.
– Quienes durante una conversación miran constantemente a los lados o hacia atrás, están manifestando con esos gestos que el tema les produce ansiedad o temor.
También demuestran que no se sienten a gusto contigo o con la situación, aunque con palabras digan lo contrario.
– La expresión “reirse con los ojos” es muy certera. Muchas veces podemos observar a una persona que sonrie con la boca y demuestra alegría, pero los ojos no acompañan, se mantienen serios. Lo cual indica que está fingiendo agrado por alguna razón, pero en el fondo la situación no le es grata en absoluto.
– La utilización de la mirada para seducir es algo instintivo. Mirar al otro y luego bajar rápidamente los ojos es una de las formas más comunes de intentar ocultar el interés que esa persona nos produce.
Pero cuando deliberadamente se intenta seducir con la mirada, ésta se tornará más prolongada y por lo general va acompañada de una sonrisa.
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