Infidelidad femenina

Es todo muy cierto lo que dicen sobre las causas de la infidelidad de la mujer, tal vez antes las mujeres que eran infieles lo hacían por amor, ahora también hay mujeres que se enamoran de otra persona pero hay muchas que son infieles solo por diversión.
Trabajo en un lugar donde hay hombres y mujeres de todas las edades y les podría contar cientos de historias de. Infidelidad solo para pasar el rato y no por amor.

Bueno, a pesar de que se aclara que éste es un blog hecho por mujeres y para mujeres, suelo ser un asiduo visitante ya que me interesa mucho conocer la psicología femenina. Es este caso, descubrí este post que me ha apasionado. Soy hombre, heterosexual, de 31 años, soltero. Conozco el tema de la infidelidad femenina por haber sido, muchas veces, la otra parte de la infidelidad, esto es, el amante de mujeres infieles. Posiblemente crean que soy un cínico si digo que he sido amante de tantas mujeres infieles que, por esa misma razón, he decidido no tener una pareja estable ni casarme, prefiero tener amistades con derecho a roce, pues opino igual que la autora de este artículo. Una mujer puede asegurar o declarar que ama a su esposo, puede estar a su lado por muchos motivos, pero eso no impide que en cuanto tenga la ocasión de serle infiel, lo será. A mi me han dicho varias veces eso de que no dejarían nunca a su esposo porque lo aman y que son infieles o están conmigo porque no son compatibles en la intimidad o que el sexo se les ha hecho rutina. Y, pese a mi experiencia, confieso que no logro comprender ese modo de pensar en ciertas mujeres. ¿Cómo alguien que dice amar a una persona pueda estar haciéndole el amor a otro con quien disfruta más el sexo? Yo creo que si alguien es infiel es porque realmente no ama a la persona que traiciona. Es posible que lo que define como amor a su pareja sea necesidad de tener cierta seguridad, contar con alguien que siempre estará allí, es decir lo tienen como alguien seguro, en tanto que un hombre como yo jamás podría darles seguridad de nada, porque rehuyo todo compromiso y relación estable, simplemente, por haber estado mucho tiempo del otro lado, escuchando con mis propios oídos y viendo con mis propios ojos cómo, si llegan a recibir un llamado de celular, estando conmigo, mienten como las mejores a sus hombres. Y en algunos casos, hasta pueden hacerse las enojadas u ofendidas, cortarles la conversación y apagarlo y seguir metidas conmigo en la cama como si nada. Parto de que toda mujer es por naturaleza infiel, como los hombres, no haré distinciones sexistas. Como sé que soy infiel por naturaleza, no tengo novia ni esposa, ni las tendré nunca, porque es imposible para mi serle fiel a una misma mujer. Y como sé que la mujer es, lo mismo que el hombre, por naturaleza infiel, si tiene la oportunidad, creo que lo más sano y sensato es seguir como estoy, evitando dañar a alguien. Soy alto, muy bien parecido y dotado, con uno de esos cuerpos bien trabajados en el gimnasio, ya que soy profesor de educación física, instructor de artes marciales y masoterapeuta, no faltan mujeres de la familia o amigas que quieran presentarme alguna candidata preocupadas por mi invencible soltería. Quieren verme de novio o casado sin saber que esa jamás será mi meta. Porque sé que las haré cornudas o que ellas me metan los cuernos a mi, porque, como se suele decir, de los cuernos y de la muerte nadie se salva. Dicen que el cornudo es el último en enterarse, doy fe de que es así, porque en mi gimnasio he visto retirarse a mujeres a quienes venían a buscar sus esposos e irse con ellos como si nada, poniendo su mejor cara y sonrisa, y ellos recibiéndolas como si vinieran de misa. Francamente, no me gusta el papel que me ha tocado en la vida, es posible que exista una mujer buena y honesta, como las brujas es seguro que las habrá, pero mi experiencia me indica que una mujer ante un cuerpo atlético masculino y bien dotado, sobre todo si lo complementa un rostro atractivo, puede dejar todo escrúpulo de lado, y olvidarse de su estado civil. Hasta me ha pasado que algunas se han enamorado de mi y me celaban, como a un esposo, querían controlar mi vida, me revisaban el celular, me preguntaban con quien había estado, cosas asi. Obvio que les decía la verdad, no por maldad, sino porque les hacía ver que ellas eran para mi lo que yo para ellas, amantes ocasionales, que si tenían ganas de verse y encontrarse lo hacían sin otro compromiso que el de pasarla bien. Dije que no me gusta el papel que me tocó en la vida, sinceramente lo digo, porque arrasó en mi toda fe en el ser humano. Parto de la idea de que todos somos mentirosos, engañadores y traidores en algún momento. He visto como mujeres que eran amigas de mis amantes me miraban y buscaban, traicionando a sus propias amigas si pudieran en ese momento, hasta hubo algunas que comenzaron a venir a mi gimnasio con la excusa de que fueron recomendadas por sus amigas, algo que fingí creer, pero que sabía que era mentira y han estado conmigo sin remorderles la conciencia de que eran sus amigas. Y lo mismo he visto con las mujeres de mis amigos, por la que casi he terminado sin amigos. La infidelidad de la mujer es como dice la autora de este artículo, puede tener motivaciones diversas, pero juro por Dios que, pese a toda la experiencia aquilatada y acreditada, nunca logré entender aquello de que se ama al marido y que se le es infiel solamente porque no son compatibles en la intimidad. Eso es otra mentira, no es verdad. Se quedan con los hombres que consideran seguros por miedo a la soledad o por alguna otra razón como la económica, ya que puede tratarse de un matrimonio que tenga intereses económicos comunes, por ejemplo, algún comercio o empresa. No es amor, lo aseguro. Porque a mi me han dicho eso mismo, que no abandonan a sus esposos debido a que los aman, pero estando conmigo en la cama se entregan completamente, hasta me dicen palabras de amor que por supuesto las recibo y doy como de quien viene. Y mi pregunta es esa: ¿cómo entregar a un amante lo mejor que hay dentro de uno mismo evitándo dárselo a aquel supuesto marido o novio que tanto aman? Porque si no se entrega ese amor o esa pasión que se tiene en el sexo, ¿qué tipo de amor es el que les entregan? ¿Alcanzarle un vaso de agua una noche de invierno? ¿Prepararles su comida favorita? ¿Tener listas las pantuflas y el diario cuando los dueños de casa regresan a sus hogares, luego de trabajar y ellas de retozar con su amante en la cama? ¿Alcanzarles algún remedio cuando están enfermos? Para mi cumplir con servicios de mucama o enfermera no es dar lo mejor de sí mismas, no dan amor real, se engañan a sí mismas y engañan a los hombres que las aman con hombres como yo, hombres de cuerpo modelado, atlético, con buenos biceps, pectorales, abdominales tipo tabla de lavar o barra de chocolate y muslos. Aclaro que no soy un Schwarzenegger, sino alguien con un cuerpo bien modelado y proporcionado sin llegar a las hipertrofias musculares de ciertos físicoculturistas. Es mentira que aman a sus esposos, se quedan con ellos porque son seguros, en algunos casos, lo suficientemente ingenuos para creerles y no controlarlas; es ese sentido de la independencia o libertad de hacer y deshacer a gusto, sin que el otro se entere, es lo que las atrae. Y si me equivoco, si hay una mujer, lectora o bien autora de este blog, que me demuestre mi error, quizás me den una esperanza que no tengo, pues considero que todos somos traidores, engañadores y mentirosos si la ocasión es propicia, por aquello de que «la oportunidad hace al ladron.» A los infieles y las infieles conscientes los exhorto a no autoengañarse ni a engañar a aquellos pobres que mueren de amor pero que nunca son correspondidos en la misma medida: no dañen a otros, no mientan que los aman si apenas pueden se meterán en la cama con otros. No pretendo ser mejor que nadie, soy como dije, alguien consciente de su papel, pero al menos no tengo a nadie a mi lado que pueda salir dañado tarde o temprano. Un saludo cordial para las autoras y lectoras de este blog