“La Guía de la buena esposa, 11 reglas para mantener a tu marido felíz”, apareció en España en el año 1953 durante la dictadura de Franco
Seguramente esta guía de la buena esposa les va a producir sentimientos contradictorios, ya que al leer las “reglas” para mantener a un marido felíz se va pasando de la risa a la indignación y nuevamente a la risa, porque es algo tan bizarro que resulta increible pensar que alguien se puso a escribir seriamente semejantes barbaridades.
Tomemos en cuenta que eran “reglas” del año 1953 y aquí van para que disfruten un rato.
1.- Ten lista la cena
Planea con tiempo una deliciosa cena para su llegada.
Esta es una forma de dejarle saber que has estado pensando en él y que te preocupan sus necesidades. La mayoría de los hombres están hambrientos cuando llegan a casa.
2.- Luce hermosa!
Descansa 5 minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente.
Retoca tu maquillaje, ponte un listón e el cabello y luce lo mejor posible para él. Recuerda que ha tenido un día duro y sólo ha tratado con compañeros de trabajo.
3.- Se dulce e interesante
Su aburrido día de trabajo quizá necesite mejorar. Tú debes hacer todo lo posible por hacerlo. Una de tus obligaciones es distraerlo.
4.- Arregla tu casa
Debe lucir impecable. Haz una ronda por las principales áreas de la casa, justo antes de que tu marido llegue. Levanta libros de escuela, juguetes, etc. y limpia con un plumero las mesas.
5.- Hazlo sentir en el paraíso
Durante los meses más fríos del año debes preparar la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que ha llegado a un paraíso de descanso y orden, esto te levantará el ánimo a ti también.
Después de todo, cuidar de su comodidad te brindará una enorme satisfacción personal.
6.- Prepara a los niños
Cepillales el cabello, lava sus manos y cámbiales la ropa en caso de ser necesario. Son sus pequeños tesoros y él los querrá ver relucientes.
7.- Minimiza el ruido
A la hora de su llegada apaga la lavadora, secadora y aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
8.- Procura verte felíz
Regálale una gran sonrisa y muestra sinceridad en tu deseo de complacerlo. Tu felicidad es la recompensa por su esfuerzo diario.
9.- Escúchalo
Puede que tengas una docena de cosas importantes que decirle, pero a su llegada no es el mejor momento para hablarlas. Déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos.
10.- Ponte en sus zapatos
No te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos.
Trata de entender su mundo de presión y compromisos y su verdadera necesidad de estar relajado en casa.
11.- No te quejes
No lo satures con problemas insignificantes. Cualquier problema tuyo, es un pequeño detalle comparado con lo que él tuvo que pasar.
Hazlo sentir a sus anchas
Deja que se acomode en un sillón o se recueste en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada y ofrece quitarle sus zapatos. Habla con voz suave y placentera.
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