Aprender a decir que NO es más fácil de lo que parece y ya verás la cantidad de problemas que te evitarás
Una de las principales características de la autoestima baja es no tener el valor de decir que no a los pedidos o requerimientos de los demás.
Cuántas veces habrás sentido rabia contra ti por haber aceptado dar o hacer algo que no querías, simplemente por no atreverte a decir que no.
También cuantas veces saliste perjudicado o perjudicada por decir que si, aún sabiendo de antemano que el pedido era abusivo.
Seguro que te arrepentiste infinidad de ocasiones y te juraste que de ahí en más ibas a aprender la lección, que esa era la última vez que aceptabas complacer a los demás en contra de tus propios intereses o deseos.
Pero … sólo quedó en buenas intenciones.
Continuaste diciendo que si por no atreverte a decir NO.
PROBLEMAS DE DECIR A TODO QUE SI
Como mencionamos anteriormente muchas veces decir que si puede llegar a causarnos grandes perjuicios. Dentro de los ejemplos más comunes tenemos aquel que comienza con la clásica frase:”Préstame eso que luego te lo devuelvo”.
“Eso” puede ser la tarea que realizaste para una clase mientras el otro no hacía nada, un libro que compraste con mucho sacrificio y necesitas para estudiar, los mejores zapatos que tienes, una prenda de vestir que adoras o cualquier cosa que en realidad no quieres prestar.
En muchos casos “eso” que prestaste vuelve en mal estado o simplemente nunca más lo ves y no sólo perdiste lo que era tuyo, sino que nuevamente tendrás que hacer un esfuerzo para comprar o reparar lo que otro disfrutó.
También están los famosos pedidos que consisten en préstamos de dinero, especialmente cuando lo necesitas para tus gastos y sabes que será difícil recuperarlo.
Pero no solo se trata de objetos o dinero, también están los favores, que pueden ser cuidar los niños o la mascota de alguien que va a salir, acompañar a una persona a donde no quieres ir, traer o llevar algo, hacer el trabajo de otro.
Y que decir sobre aquellos pedidos que te comprometen, como cuando te dicen que mientas para proteger a alguien o ponen en riesgo tu trabajo, posición y en algunos casos hasta la libertad.
La lista es infinita y a todos alguna vez nos sucedió algo similar. El problema es cuando continuamente estamos prestando nuestras cosas materiales o dedicando nuestro tiempo a otros por no animarnos a decir que no.
¿PORQUÉ NO DICES QUE NO?
* Existen muchas causas, entre ellas la educación que recibimos en la cual se nos enseña que la generosidad es una virtud. Por lo tanto sientes que serías egoísta si dices que no cuando te solicitan ayuda.
* Muchas veces en lugar de decir no a los requerimientos de los demás, decimos que si por temor a perder su amor, amistad o cariño.
* Otro motivo para aceptar los pedidos abusivos en lugar de decir no es la autoestima baja.
Si piensas que otras personas son mejores o superiores, puedes sentir que no tienes derecho a rechazar lo que te piden.
* Otra de las causas puede ser el temor a al rechazo que supuestamente ocurriría, crees que si dices que no te abandonarán o te dejarán de lado.
* La timidez también lleva a que se sienta “verguenza” al decir que no.
Si ese es tu caso lee la entrada con algunos consejos para vencer la timidez.
¿CÓMO DECIR QUE NO?
* Simplemente piensa que decir SI o decir NO lleva tan solo fracciones de segundo, pero decir que NO te puede ahorrar meses o años de preocupaciones y problemas.
* No se trata de ser egoísta y no ayudar a quien realmente lo necesita, sino de impedir que la gente se abuse de tu generosidad.
* Piensa que si alguien te aprecia de verdad jamás te pediría algo que pueda perjudicarte. Quienes realizan pedidos abusivos no son amigos ni gente que te quiere.
Puedes leer sobre como se comportan las personas abusivas y aprovechadoras y verás que es mejor alejarse de ese tipo de gente.
* Si alguien se ofende porque le dices que no a lo que te solicita, es porque su único fin al acercarse a ti era obtener un provecho, por lo tanto no temas perder a esas personas.
* Comienza a decir NO, te costará un poco al comienzo pero es una buena forma de aumentar la autoestima y de ir adquiriendo seguridad.
Ya verás que cuando comiences a valorarte los demás te respetarán.
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